4.Comunidad de Bienes

Durante la década de los años de 1970, cuando lo mayoría de los vecinos habían emigrado a América y Centro Europoa y algunos residiendo en ciudades cercanas, con despoblación progresiva, muchos vimos con nostalgia como las grandes extensiones de las tierras de cultivo quedaban desérticas, con aspecto cada vez mas de selva, sin animales domésticos y por lo tanto sin la leche familiar, que tanto se valoraba.

Ante esta triste situación, un prupo de vecinos que admiramos a Rubillón, con nuestro estado de ánimo logramos estusiasmar a la mayoría de los vecinos, para lograr la creación de una granja de vacas lecheras, en torno a las 25-30 vacas, como cifra idónea, para que con un mínimo esfuerzo, sin la búsqueda de una rentabilidad económica, lográsemos que nuestras tierras, mantuviesen una limpieza de nuestras tierras, con los mejores deseos de que su aspecto fuese similar a la de tiempos pasados.

Con la constitución de una Junta directiva para un Grupo Sindical, que era obligatorio en aquellos tiempos, aportamos hasta 200.000 pts. por vecino. Con esta estimable cifra, logramos construir unos establos modernos, con ordeñadores automáticos y comedores para ensilado, en el prado de Mexadoiro (terrenos facilitados por la Sra. María Cendón Amaro), comprando una docena de vacas lecheras, tipo holandesa (se desestimó la rubia gallega).

Como ya no era posible, que los responsables y administradores fuesen nativos o vecinos de Rubillón, por falta de necesidades económicas, hubo que recurrir a un matrimonio de origen, personalidad y de responsabilidad desconocida. A pesar de que se hizo una solicitud informativa en la prensa de Vigo, Coruña y Ourense, solo se preocuparon 30 matrimonios, de los que tan solo 5 visitaron Rubillón, algunos asistieron de tacones y preocupados por sus vacaciones, de tal manera que, a decir verdad, ninguna cumplía los mínimos de preparación ni garantías, pero no hubo mas remedio que elegir un matrimonio joven, portugués, que al mes de tomar posesión se pelearon entre ellos y nos dejaron morir a una ternera. Posterormente tuvimos un 2º matrimonio durante unos 3-4 años, que si el hombre no llega a fallecer por accidente de circulación, nos hunde económicamente.

Debemos recordar, que a los matrimonios contratados eran bien remunerados, porque además de facilitarle los establos, las vacas, la leche necesaria para su uso, la vivienda escolar, todas las tierras de Rubillón a su disposición, se le abonaban unas 25.000 pts mensuales, cifra muy importante hace mas de treinta años.

También nuestros buenos propósitos, se han visto frustrados en el terreno de la granja de vacas lecheras. Por otro lado un grupo de vecinos no aceptó la concentración parcelaria, pensamos que por ignorancia, ya que era imprescindible para evitar el minifundismo y abrir vias de comunicación para llegar a todas las tierras de cultivo. Como fruto de este error, nuestras tierras de cultivo al dia de hoy, se parecen mas a una selva, sin poder acceder a ellas, como no sea a 100 m. de las viviendas. Quizás Rubillón tenga lo que se merece.

Grupo Sindical nº 15.576: Junta Directiva