En cada uno de estos encuentros caseros, el grupo que conforma la alborada es recibido por los familiares e invitados. El grupo musical toca unas piezas propias del ambiente festivo, con dos o tres bailes gallegos donde predomina la jota, la muiñeira, el pasodoble o un vals, con la participación de todos, aunque de forma desorganizada, propia de una tarde folclórica, en donde donde todos participan con la mayor libertad y familiaridad, como tambien bajo el ritmo que da la sobrecarga de "caba o sidra", con la que se recibe en todas y en cada una de las 20 o 30 viviendas por las que pasan, haciendo una fiesta familiar en broma.