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La economía de Rubillón, como en toda Galicia, desde los tiempos mas remotos, giró con preferencia en torno al sector primario, es decir, a la agricultura y a la ganadería. Su escasa mecanización agraria, la precariedad de producción y el estar sometidos y mediatizados durante siglos, por los diezmos y foros que le exigían los terratenientes, fuesen nobles civiles o religiosos, condujo a que de una u otra forma, las gentes se vieran forzadas a la búsqueda de la independencia económica a través de la emigración.

Creo que debemos recordar aquí el significado de las distintas actividades económicas a lo largo de tantos siglos, como son: la ganadería, la agricultura, las ferias o mercados comarcales, la explotación minera, canteras de granito, determinados oficios, transportistas de la época, etc., que los podemos incluir en el sector primario .

 

 
En la ganadería , las vacas, ovejas y cabras, se destinaban con preferencia a la producción de leche, para consumo familiar o venta o bien para la fabricación de quesos, aunque hoy existen también granjas destinadas a la producción de leche y carne para el comercio exterior.
 
     

La agricultura se basó en el cultivo de maiz, patatas y hortalizas, que se destinan para el servicio doméstico y alimento para el ganado. También plantaciones de centeno en las montañas (estivadas), que se aprovecharon durante el período de las postguerra, cuando predominaba el hambre generalizado. Se aprovechó la explotación forestal, incluso en montes de propiedad común.


 
Las ferias fueron implantadas por el monasterio de Aciveiro a partir del siglo XII, quizás mas de una docena en toda la comarca, de las que persisten solamente las de Doade, Cerdedo, Soutelo y pocas más. Fueron imprescindibles para intercambiar y comercializar el ganado, los frutos del campo y los utensilios utilizados en sus labores. Se compraban y vendían vacas, terneros, gallinas, maiz, huevos, etc. Tampoco faltaban los comerciantes fijos, que vendían, compraban o intercambiaban frutos, ropas, etc.
 
     

A la feria de Doade, no solo acudían los agricultores y ganaderos y la juventud y mayores, como n día festivo mensual, sino personajes singulares como los gitanos que echaban la buenaventura, los charlatanes y los carterístas que se aprovechaban de las operaciones de compra y venta, que robaban con gran disimulo, quedando diluidos entre la gente. Tambien merece desacar los "tratantes" que con cierto nivel económico negociaban la compra y venta del ganado. Se trataba de individuos "peseteros", algunos con escasa ética y mucha verborrea, es decir, verdaderos charlatanes, que se reunían en grupo haciendo boicot al pobre e inexperto ganadero.

 

 
Dentro de este ambiente, unos y otros giraban en torno a las "tabernas y casas de comida", que en aquellos tiempos abundaban. La "pandillas" de los mayores, entraban en cada uno de estos locales, con ambiente festivo para celebrar sus compras, sus ventas, sus reencuentros mensuales, contar en alta voz sus singulares chistes y de vez en cuando algun "alalá" seguido de "aturuxo", entre brindis con tazas de vino y una docena de cafés. Sin duda un dia de fiesta.