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I.- LAS VACAS

La Vaca es un bóvido doméstico, que desde Oriente Medio se difundió por Europa hasta el Océano Atlántico. Existen distintas teorías filogenéticas y la vaca gallega se incluyó en el cajón de las "morenas del noroeste", que fué relacionada con el toro prehistórico y el cebú asiático, como precursores de la mayoria de las razas de vacuno, que se fueron adaptando a diferentes ecosistemas y usos productivos de las distintas comarcas. Las "rubias de Rubillón" estaban muy adaptadas a su medio rústico, muy montañoso y a las duras condiciones de trabajo a las que estaban sometidas.

 

Vaca "Rubia gallega"

Vacas 1

Vacas 2

Vacas 3

     
La raza autóctona por antonomasia, llamada "rubia gallega", que es la que predominó en Rubillón, se distinque facilmente por su pelaje, que va de rubia hasta el castaño claro, tamaño medio, cabeza proporcionada, cuernos grandes y elípticos con curva hacia afuera y hacia atrás, pescuezo fuerte, lomo estrecho o patas cortas y finas; en cuanto a su caracter, descuella por ser mansa además de fuerte y sobria; y en lo que respecta a productividad, rinde bien como animal de tiro, su leche es abundante y de rica manteca y su carne de calidad. Esta raza, que se conoce como minhota en el note portugués, es la vaca autóctona con la mayor población de toda España y quizás tengo parentesco con la raza vasco-pirinaica.

Vacas "pastando"

 

Vaca "pexada"

 

Vaca "pensando"

Vaca "disfrutando"

En Rubillón tambien hubo razas foráneas como la "frisona", incorporada al Grupo Sindical de Rubillón en 1975, constituido por mas de 30 socios, que por diversas circunstancias no tuvo el éxito que se esperaba, por falta de personal responsable.
 
Dentro del sistema agro-alimentario tradicional de nuestros antepasados, la vaca como especie animal, tenía varios usos de gran importancia:
 
a) Su fuerza motriz, necesaria en muchas labores agrícolas, como para arar y acarrear de distintas materias.
 
b) Su capacidad de generar estiércol para el abonado de la tierra, de enorme importancia hasta la difusión de los abonos químicos industriales en las últimas décadas del siglo 20
 
c) La producción de carne, leche, hasta hace pocas décadas destinada exclusivamente al consumo familiar, y la cria (terneras) para su posterior venta, cuero, etc.
 

Ternero feliz

Vaca con su "ubre"

Vaca en ordeño manual

Vacas con el carro

     
A diferencia del cerdo, el superior valor económico de la vaca venía determinado por el alto coste de mantener este ganado en pequeñas parcelas de terreno, lo que pone de relieve las carencias de una agricultura minifundista, animal que precisa pastos extensos y abundantes, con la imposibilidad de asumir su ciclo vital completo, para que el ganadero gallego, nunca incluya el sacrificio reservado a la industria especializada de los mataderos.
 
Cada casa de Rubillón disponia de una a cuatro parejas de vacas, con su propio nombre, como las de mi casa hasta los 9 años, la casa del abuelo, durante los años 40, que en el verano las llevaba al monte del Suido a las 7 de la mañana para apastar, porque a las 11 horas ya regresaban a las cuadras, por exceso de la moscas.

Entre sus nombres de mis vacas están: Toura, gallarda, cuca, pulida, negra, becerra, etc., consideradas como parte de la familia, porque compartían un espacio en la cuadra bajo el lecho familiar, contribuyendo al aporte del calor necesario a los habitantes del hogar y sobre todo nuncan protestaban, eran "encantadoras".

     
Nadie comía carne de vacuno en día ordinario, salvo el día de un santo o una festividad religiosa o en el caso de que al animal le ocurriese una desgracia, por eso las recetas de carne de ternera no fueron muy frecuentes para nuestros abuelos.
     

Vacas "frisonas" de leche

Establo Cooperativa 1970

Establo con vacas 1970

Establo con comedores

     

Hay que tener en cuenta, que el ganado vacuno tiene un productividad muy baja en relación a su peso/ superficie de terreno, frente al cultivo de cereales y patatas. La vaca es mas exigente en su alimentación que las ovejas y cabras, que aprovecha mejor el monte y el terreno inculto, incluso con el cerdo, que por su condición omnivora admite una dieta variada, aprovechando asi los desperdicios y alimentos de escasa calidad para el consumo humano, como las bellotas.

 

En Rubillón, aunque el labrador estaba incluido en un medio de la pobreza y de la supervivencia, como en cualquier aldea durante la guerra y la postguerra, sin embargo no tuvo necesidad de estar dependiendo del antiguo sistema de aparcería en el que el ser el dueño o aparceador, denotaba cierta riqueza por encima de la del aparcero. En aquella época el valor económico, incluso ancestral de la propiedad pecuaria era alto, ya que la palabra "capital" derivó del número de cabezas de ganado o reses que se tenía en posesión.
 
Tradicionalmente se distinguía en "hacienda", que eran los animales que se criaban junto al hombre, sin necesidad de ir al monte al pastoreo como los cerdos, gallinas, conejos, perros, etc, y "ganado", los animales que eran preciso sacar de la casa para criarlos, e incluso cultivar productos para su alientación como las vacas y en ocasiones ovejas, caballos o cabras, por lo cual, resulta más trabajoso, esforzado y caro. En la práctica de Rubillón, la vaca equivalía a "dinero", mientras que el cerdo implicaba, sobre todo, "comida" familiar .
     
     
II.- LOS CABALLOS
       
El Caballo. Su historia hasta llegar a las formas actuales dura un período de 60 millones de años. Los caballos salvajes sirvieron como fuente de alimentación para el hombre prehistórico y estos caballos salvajes fueron domesticados por los Arios en las estepas del Cáucaso y distribuidos por todo el mundo antiguo. En la Galicia de los castros los caballos jugaron un papel importante y fueron muy valorados y elogiados por los romanos, sobre todo dentro de su ejército y eran infravalorados al ser dedicados mas al transporte, aunque mas tarde y sobre todo en la edad media, recuperan su importancia como caballo guerrero.
     

Rubillón: Pozo del Suido 70

"Grea" de caballos pastando

Caballos libres en el monte

Caballos en libertad

 
El caballo gallego es muy abundante. Mide de 125 a 135 m de alzada, de cabeza cuadrada, perfil recto, orejas finas y pequeñas, cuello corto, con mucho crin, cascos pequeños y duros y unos hocicos con bigotes. Se trata de un animal fuerte y muy resistente. Tiene mucha seguridad para andar por los caminos difíciles de nuestros montes. Conservan las virtudes de sus antecesores los "asturcós", que sirven indistintamente para el tiro, la carga y para la silla de montar. En Galicia existe también el caballo leonés y el caballo bravo o de monte, de mayor y de menor tamaño respectivamente.
     

Caballos en fincas

Caballos en revolcón

Caballos paseando

Caballos conviviendo

 

Los vecinos de Rubillón disponían de más de 30 caballos con escasas yeguas, sin mulas, ni burros. Aqui el caballo con su silla de montar sirvió para el transporte humano, muy cómodo y más rápido a lo largo de 15 o 20 km. Con la "albarda" se utilizaba como elemento de carga, para ir al molino, a la feria de Doade, a las fiestas de Santo Domingo y San Benito y de otros pueblos cercanos. Fueron de gran utilidad en la época que no había carreteras, ni coches.

     

Yegua con su hijo mamando

Yegua con su potrico

El potrico en formación

La yegua en el Suido enseñando

 
Los primeros emigrantes, residentes en México por los años 50, en sus visitas a Rubillón, demostraban su éxito económico comprando un buen caballo de "raza". Todos los caballos de Rubillón fueron desapareciendo con el progreso económico y el abandono de la agricultura y la ganadería. En la actualidad nos visitan de forma habitual caballos y vacas semisalvajes de propietarios desconocidos, pero al menos mantienen limpios los antiguos terrenos de cultivo de maiz, patatas y centeno. La verdad, es que los desrozan todo y apenas podemos conservar las huertas tradicionales y con muchas dificultades nuestros jardines.
     

El caballo de mi abuelo Cendón

Hacia la Mina de Valiño

Icono "Grupo Sindical Rubillón"

     

Como anécdota, no aguanto sin decir que de niño era un experto en el "montar a caballo" con o sin "sillin", porque mi abuelo M. Cendón Ogando siempre disponia de un bonito caballo blanco, que con su escopeta y su perra, tambien blanca, formaban un conjunto, que los antiguos indios americanos interpretarían como si fuesen una sola persona, como un ser extraño, un semidiós poderoso.


En la casa del abuelo viví mis nueve primeros años y cuando tenia ocho me compró un "potro" con estrella blanca en la frente por 35 "pesos", es decir, 175 pts. Me preparó su equipo de montar y con el iba incluso a las fiestas de Presqueiras a 12 kms, pero al cabo de un año con los cuidados, su buena alimentación y con el azucar moreno, alcanzó tal brio y fortaleza que me arrastraba contra los muros de los caminos, con lo que no hubo mas remedio que venderlo por mil pesetas. Un buen negocio, pero ahi se acabó la historia y mi felicidad hípica.